Su clasificación biorrítmica es la de “Yo Pienso”. Su calor humano es verdaderamente elogiable. Su precocidad lo ayuda a intuir y entender desde muy joven sus dotes de conquistador y amante. Jamás se aburrirá de sus dones y siempre sabrá usarlos para obtener algún beneficio.
Si lo que se busca es retenerlo el mejor consejo y consigna será el de mantenerlo desconcentrado, su mente está en mil cosas a la vez y escapará de la rutina cada vez que pueda.
A pesar de sus defectos, que son varios, sabe ganarse la amistad y valoración incluso de sus adversarios. Si bien se trata de un hombre muy capaz de lograr sus metas por sí solo, necesitará la ayuda y el estímulo de los demás para conseguir el éxito.
Este nativo nació para darse los gustos y para que lo atiendan. Se trata de un ser cuya naturaleza es complicada y cambiante. Varía a la velocidad del rayo y resulta bastante difícil seguirle el ritmo, de ahí también que sus estados anímicos muchas veces resulten complicados de entender. Pude pasar de la euforia a la depresión en un santiamén.
Desarrolla toneladas de energías pero cuando llega a su meta y obtiene lo que quiere automáticamente visualizará otro camino y justificará su falta de interés con mil argumentos.
Mercurio, su planeta regente, le otorga una dicción y capacidad de comunicación admirable, junto a grandes aptitudes para los negocios, un Geminiano puede venderlos lo que sea, incluso cosas que necesitamos.
