Leo es el más temperamental y determinado de los signos de fuego y del Zodíaco entero. No por nada es el Rey de la selva y su planeta regente el Sol: La estrella máxima que le aporta esa altivez que lo caracteriza y ese espíritu de liderazgo tan propio del signo. Sin embargo, y a pesar de su aire monárquico e impenetrable, el león tiene sentimientos y muy intensos por cierto y no está ajeno a experimentar sensaciones poco gratas tales como los celos y la inseguridad. ¿No lo crees? Pues así es.
¿Qué clase de relación lleva Leo con los celos dentro de una relación? Aquí vas a enterarte de todo lo que un leonino jamás te dirá respecto de sus celos.
Leo: ¿Celoso o relajado?
Como hemos dicho anteriormente, Leo posee una altivez y un aire de seguridad y autosuficiencia que nos hace difícil pensar que pueda ser alguien celoso o inseguro en una relación amorosa. Pero sin embargo, un leonino es una persona más celosa y posesiva de lo que le gustaría demostrar. Y lo más factible es que procure disimularlo por todos los medios posibles.
Celos y orgullo: Una contradicción constante de Leo
En líneas generales en su vida, Leo está seguro de su capacidad y no se siente amenazado ni disminuido ante nadie, muy por el contrario, le divierte la competencia porque sabe que es una forma de demostrar una vez más sus cualidades y salir victorioso. Pero el problema del león comienza cuando de verdad se implica sentimentalmente en una relación. ¿Por qué? Te lo explicaremos:
Leo sabe que puede dejar un trabajo y conseguir uno aún mejor. Que puede competir de igual a igual con cualquiera por un ascenso y ser el más elogiado en un evento por su gracia, inteligencia y elegancia. Pero cuando se enamora, cuando aparece en su vida una persona capaz de afectar su ánimo y de vulnerar sus barreras de protección, Leo pierde el control de la situación y no hay cosa que desequilibre más al león que perder el control.
Por tal motivo, y aunque se retuerza de dolor por los celos Leo procurará camuflarlos el mayor tiempo posible y de la manera más elegante que pueda. Porque no querrá admitir nunca su vulnerabilidad. Quizás lo notes hostil sin motivo aparente, puede que establezca cierta distancia física poco usual en él o que suelte algún comentario irónico. Pero escenitas dignas de melodrama, eso lo evitará a toda costa porque sería asumir que lo carcomen los celos y eso es algo que el León procurará evitar siempre que le sea posible.
Pero lo cierto es que Leo es celoso y posesivo. Lo suyo es suyo y no tolera que nadie lo amenace. No soporta que su pareja coquetee con otras personas y le haga sentir que podría colocarlo al nivel de alguien más. No admite no ser el centro de atención de quien ama, porque él lo da todo y lo exige todo. ¿Un consejo? No juegues a los celos con un león. Recuerda que es el último eslabón de la cadena alimenticia y tarde o temprano acabará ganando el juego, probablemente pagándote con el doble de lo que le has dado.